DESVINCULACIÓN LABORAL, el temor de todo empleado
- Dai Perez Mamakian
- 26 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 feb 2019
En este blog de esta semana tocaremos un tema que tiene una elevada connotación negativa en el mundo laboral, hay muchos términos para definirlo: desvinculación, despido, proceso de outplacement (recolocación), pero al fin y al cabo, sea cual sea el término que elijamos utilizar la realidad es que existe el fin de una relación laboral.

El despido es un momento “interpretado” como fracaso personal o como no estar a la altura de la posición para la que fuiste contratado, aunque no siempre es así.
Los motivos pueden ser diversos: ineptitud, inadaptación al puesto, a la cultura organizativa, falta de motivación, difíciles momentos personales, crisis existenciales o circunstancias del estado organizativo en el momento de la incorporación.
A lo largo de los años hay cientos de ejemplos de personas que han experimentado una auténtica resurrección después de un despido.
Errores más habituales en el proceso de salida
Falta de criterios claros y objetivos.
Titubeos en los argumentos.
Personalizar los conflictos.
Elección de un entorno físico poco adecuado.
No reservar el tiempo suficiente para el despido.
No respetar los tiempos de “desahogo” del empleado.
Evitar Justificarse.
Expresar el “mal sentimiento” por despedir.
Claves de un despido humano
Al ser la movilidad laboral un hecho constante en las organizaciones, es importante la implementación de políticas de Recursos Humanos en esta etapa, orientadas a que el momento de la desvinculación sea para el trabajador lo menos traumático posible.
En el proceso de desvinculación laboral, a fin de evitar errores que entorpezcan la tarea, deben tenerse en cuenta los siguientes ítems:
No retardar el anuncio de la desvinculación.
No vaciles a la hora de comunicar, ve directo al grano.
Hacerlo en forma planificada, justificada y personalizada.
Es importante otorgar un período de preaviso, esto disminuirá el impacto emocional por un lado y por otro le dará tiempo de comenzar su etapa de reinserción laboral.
Frente a la necesidad de desvincular personal es conveniente implementar programas de retiro anticipado.
El Jefe Directo tiene que participar activamente en el despido y la responsabilidad del despido es suya.
El Departamento de Personal ha de asumir un papel importante, pilotando en todo el momento el proceso.
Personaliza el Despedido, sin duda, no hay mayor muestra de cuidado de las personas que dedicarse el tiempo suficiente para que cada despido sea único.
No justifiques cuanto te duele despedir. Mañana a la mañana tu estarás de nuevo en tu puesto, pero él no. Es exactamente lo que pensará el despedido.
Conclusiones
Un despido obliga a una reflexión. En tiempos de crisis y de incertidumbre generalizada un despido es, desgraciadamente, algo que sucede con normalidad.
Muchas personas aprovechan el despido para replantear su modelo de negocio y la gestión de su marca personal, analizando sus competencias y áreas de mejora para poner un plan en marcha hacia la meta de encontrar trabajo lo antes posible.
Es importante que el fruto de la reflexión post-traumática, incluya un plan donde se aprovechen todas las fortalezas con las que contaba el empleado en su trabajo anterior, además de apuntar a potenciarse aùn más hacia el desarrollo profesional.
Cuando te despiden lo hacen de una empresa, no de una profesión y menos aún de una carrera profesional.
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